El Budismo es un sistema filosófico religioso que evolucionó durante un
extenso período de tiempo en oriente, primero en India y luego en China, Japón,
Tíbet, Ceilán, Sumatra, entre otros países del lejano oriente.
La palabra Buda es sánscrita; proviene de la raíz Budh que significa
tanto despertar como saber o iluminación; el Buda es entonces el
despierto, el sabio y el iluminado.
El Budismo, como pocas religiones, ofrece una meta más o menos bien
definida para el hombre, ofrece una entrada que conduce hacia la meta,
pero no habla del camino; el conocimiento del camino hacia la
meta es de exclusiva propiedad de los caminantes, por una razón muy simple: la
descripción del camino puede perturbar la entrada en él, la
“entrada a la corriente” como los mismos budistas la denominan. La
meta del Budismo es el Nirvana, la perfección, la eterna salud, la eterna
alegría, la realidad última, el mundo suprasensorial, la unión del individuo y
el universo.
Pero la particularidad del Budismo, o su diferencia con otras
religiones, es que, al menos en un principio, afirmaba que el hombre podía
alcanzar en vida un eterno estado
divino; muchas otras religiones prometen u ofrecen un paraíso a los que se
portan bien, según sus códigos de conducta y definición del bien, al cual
accederían sólo después de muertos, en la otra vida.
El Budismo afirmó desde siempre la posibilidad evolutiva del hombre, en
el sentido espiritual y psíquico, y también, más tarde, de las mujeres.
El Budismo no es ateo, ni es tampoco completamente una filosofía. Aunque
muchas de sus escuelas pueden ser consideradas como ateas,
sencillamente porque no hay exigencia de adoración u obediencia a un Dios o a
un Santo o a un único hombre divino.
Tampoco el Budismo puede ser clasificado como un sistema filosófico,
simplemente porque no enseña nada que no sea útil para la salvación del hombre;
todo lo que sobresalga del ámbito de la salvación debe ser omitido, porque
puede perturbar la búsqueda de la entrada o del Nirvana.
El Budismo como institución fue siempre consecuente con su doctrina:
predicaba el pacifismo, la tolerancia, la amistad, la no violencia, y jamás
llegó a imponer su doctrina ni a convertir a la fuerza a los infieles;
la doctrina misma afirmaba que el Budismo no podía ser alcanzado por todos, lo
que no impedía que Budas y monjes hicieran esfuerzos por ampliar las
oportunidades de acceso a los caminos budistas.
El Budismo comparte con el cristianismo un mismo comienzo: el rechazo de
un mundo plagado de sufrimientos, de tentaciones o de pecados, una retirada del
mundo, un paso al lado del mundo.
Poco tiempo después, también en ambas religiones, algunos iluminados,
despiertos o santos empiezan a predicar; se forman escuelas y se
construyen pequeños monasterios, los eremitas se agrupan, se reciben
discípulos. Y luego se escriben las doctrinas. Es
en esta etapa donde aparecen las grandes diferencias entre el cristianismo y el
budismo, diferencias de estructura, de jerarquía, de doctrina y de accionar.
Los rasgos generales de su evolución nos hacen pensar en un
mismo origen, pero si miramos con detalle sus escrituras hallaremos grandes
diferencias entre el budismo y el cristianismo.
Para
empezar, el budismo no se sustenta en un solo libro: ofrece decenas de obras
consideradas sagradas y sin ninguna que haya sobresalido en demasía; lo mismo
ocurre con los hombres santos, el primer santo, Gautama, es considerado uno
entre muchos santos, sin ninguna predilección ni favoritismo; algunas obras
están dedicadas exclusivamente a la disciplina, otras a los ejercicios de
meditación y concentración, etc...
El origen del camino Budista, como dijimos, es el rechazo del
mundo, y como veremos, su final es prácticamente su opuesto: la perfecta unión
del individuo y el universo. Lo impactante es que el rechazo del mundo incluía
también a quien lo rechazaba, al individuo. Propone entonces una negación
absoluta, un No a todo el “exterior”, pero también un No a todo lo “interior”.
El No era sostenido por varias razones más o menos argumentadas, muchas de
ellas propuestas por el Buda Gautama, quien además comprendió que dichas
razones eran las verdaderas llaves que abrían la robusta y aparentemente
impenetrable selva que rodeaba al No. Gautama Buda afirmaba que el mundo era
sufrimiento; explicó sus causas, la manera de eliminarlas, y los pasos que hay
que dar para tener éxito en la extinción del sufrimiento, todo ello de manera
sintética en sus famosas Cuatro Nobles Verdades.
Fuente: http://4grandesverdades.wordpress.com/2013/09/05/historia-resumida-del-budismo/#more-5283
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